El testimonio del leñador narra su experiencia como un enigma más sobre el cerro del picacho de Guadalupe.
Esta experiencia la narra una persona que era de Atotonilquillo cuyo oficio era de leñador es decir subía al monte a recolectar leña y luego la lleva a vender a su pueblo, resulta que normalmente iba a la mula pero cuando le encargaban tierra de encino subía hasta el picacho de Guadalupe, explica que ese día llega al sitio más alto del cerro y empieza la recolección de la leña y ya que completo sus cargas de leña empieza a recolectar la tierra de encino.
Entonces se hace la hora de comer y trata de buscar un lugar seguro puesto tenía que encender fuego para calentar sus alimentos, cuando ya vio que la lumbre estaba en su punto para calentar la tortilla y la comida busca un lugar para poner sus alimentos y ve una parte muy plana pero solo que le veía hojas y empieza hacer la limpieza, pero a medida que iba descubriendo ve que era ladrillo de mosaico, esto no es normal en este lugar.
Después de interrogarse y contestarse inicia su comida al terminar de comer carga sus burros con la leña y con la tierra de encino y regresa a su pueblo.
Por la noche tiene un sueño y en este sueño le dicen ahí donde viste el ladrillo hay un tesoro sácalo es para ti.
Otro día muy temprano sube a la montaña y busca el sitio donde vio el ladrillo y localiza el lugar donde comió, pero el piso jamás lo encontró, este es un enigma más sobre la barranca de la mula.